
Hoy Ibercaja celebra, con grandes titulares, sus excelentes resultados del tercer trimestre de 2025. Los beneficios (271 millones hasta septiembre) y el volumen de negocio record sobresalen en un comunicado lleno de orgullo corporativo.
Pero mientras los directivos presumen de cifras, quienes sostenemos cada día esas cifras seguimos pagando un muy alto precio.
Porque detrás de esos resultados se esconden:
- Salarios injustos, incentivos inalcanzables y retribuciones variables que crecen solo para unos pocos.
- Falta de medios técnicos y humanos, que convierten cada jornada en un via crucis.
- Falta de un plan de relevo generacional, una muestra de visión estratégica a medio/largo plazo para la plantilla.
- Y, sobre todo, una epidemia silenciosa de ansiedad, estrés y agotamiento mental que se extiende por toda la plantilla.
Mientras la Entidad reparte dividendos y aplausos, la realidad del día a día se mide en sobrecargas, presiones, objetivos desproporcionados y precarización encubierta.
La Salud Laboral no aparece en ningún PowerPoint de resultados, pero es el coste oculto de tanto “éxito”.
CCOO volvemos a exigir una revisión justa de las condiciones retributivas y un cambio real en la gestión de las personas, que ponga en el centro lo que el banco dice ser, pero ha dejado de practicar: el valor humano.
Porque los números no sufren, las personas sí.
