Cada vez menos, y con menos reconocimiento y valoración, casi incluso bajo persecución… pero siguen estando ahí, muy a pesar de algunos “responsables”, al igual que otros puestos, como el de caja, que son el primer contacto con la clientela y el filtro que analiza necesidades y detecta oportunidades de venta potencial. Ningún cliente está carterizado cuando abre la cuenta…

Siguen siendo imprescindibles, porque esas «cargas» administrativas y de caja, que nos prometían a «bombo y platillo» que se iban a eliminar, mediante externalizaciones y nuevos procesos, siguen estando presentes.  

Sí que es cierto que, gracias a la digitalización de firmas, todo lo que puede afectar al archivo de contratos y expedientes casi ha desaparecido, pero ¿quién se encarga de las operaciones pendientes, grabar recepción y entrega de talonarios, atender teléfonos, extravíos de libretas, reclamaciones de operaciones con tarjetas, incidencias y seguimiento en partes de seguros a la compañía aseguradora, apertura puerta oficina, cambios de firmas en cuentas, renovaciones N19, gestión reactiva SIREC, llamadas a morosos, anotaciones en SIREC, carga, cuadre y control incidencias cajeros automáticos, solicitud de material a economato, localización y envío de documentación requerida en operaciones rastreadas por posible blanqueo de capitales, modificaciones en contratos ibercaja directo  negocios por cambio de firmas, ayuda a clientela en cajeros automáticos o banca on line, certificados varios…?  

Una lista interminable de trabajos que alguien realiza, pero que no se tienen en cuenta y, lo peor de todo, se menosprecian y no se quiere reconocer, como si bastase la palabra del algún directivo para que desaparecieran. 

Sin olvidar, además, las ocurrencias, ineficientes e insultantes, de muchas direcciones de Zona o Territoriales, en forma de Excel´s, Teams, etc. Salvo estos últimos, que deberían haberse erradicado hace años, hablamos de trabajos engorrosos, nada agradecidos, pero ineludibles y que alguien debe hacer.

Oficinas cada vez más grandes, más gestores y gestoras (físicos y digitales), más GBP, más mandos intermedios,… pero el trabajo administrativo sigue estando ahí, y va aumentando en proporción al tamaño de la oficina.

Administrativas y administrativos a quienes además se les exigen unos objetivos que cumplir, y que les falta tiempo para poder hacerlo correctamente, sin tener que recurrir a la «colocación» a la clientela, aunque sea reacia a su contratación.

Administrativos y administrativas que atienden al «resto» de clientela, a los que no quiere nadie.

Administrativas y administrativos IMPRESCINDIBLES Y NECESARIOS, de los que se acuerdan cuando no están o hay un problema.

No nos engañemos, las labores administrativas en oficinas siguen estando ahí y hay que realizarlas. Y hay que seguir dando «servicio al cliente», un servicio de CALIDAD y que garantice el cumplimiento de la legalidad.

Nunca es tarde para volver a VALORAR todo este trabajo, porque en lugar de encaminarnos a su extinción, cada día se hace más IMPRESCINDIBLE E INSUSTITUIBLE.